Estar en casa no significa, de ninguna manera, dejar de preocuparnos por nuestra salud mental y emocional. Pues de no hacerlo, podríamos exponernos y llegar a sentirnos vulnerables. Por tanto, aprender a manejar nuestras emociones mientras dura la extensión de la cuarentena por el COVID-19 será trascendental: Sincérate: una de las actividades a la que nos invita el aislamiento es a pensar y sobre pensar las cosas. Por eso, será necesario sincerarte contigo: ver al fondo los asuntos pendientes y sacar conclusiones valientes. ¡Lleva tus emociones hacia un camino agradable! Acepta tus emociones: llegó la hora de aceptar que nuestras emociones suelen ser muy fuertes; más en este momento. Eso no está mal. Pero una forma de controlar esos niveles es siendo consciente de la situación. ¡Busca un medio para canalizarlas! Contrasta información: una manera de no saturarte de desinformación es contrastando las fuentes. Más ahora que estamos expuestos a fake news que, en definitiva, podrían alterar tu estado de ánimo. ¡Ve por esa segunda fuente de confianza! ¡Veamos el espejo siempre positivos!
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